Sudán del Sur se enfrenta a una de las crisis de seguridad alimentaria y nutricional más graves del mundo. En el peor de los casos, las poblaciones de los condados de Luakpiny y Nasir, en el estado del Alto Nilo, corren el riesgo de sufrir hambruna. Años de conflicto, desplazamiento, declive económico e inundaciones recurrentes han reducido drasticamente la producción agrícola y la capacidad de respuesta de la población. Hasta el 95 % de la población depende de la ayuda alimentaria. En lo que respecta a la agricultura —incluidos el cultivo, la pesca y el pastoreo— se requiere ayuda humanitaria urgente para evitar un mayor deterioro.

La FAO está ampliando la asistencia agrícola de emergencia para proteger los medios de subsistencia y fortalecer la producción local de alimentos. Sin embargo, sin financiación sostenida para una respuesta multisectorial, más personas se enfrentarán al hambre, la malnutrición y la amenaza de hambruna.