El Director General de la FAO hace hincapié en la necesidad de colaboración para transformar los sistemas agroalimentarios
EL Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, interviene en la 58.ª reunión anual del Banco Asiático de Desarrollo, celebrada en Milán.
©FAO/Pier Paolo Cito
Milán – El Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha participado hoy en la 58.ª reunión anual del Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), celebrada en Milán, donde ha hecho hincapié en la necesidad de fortalecer la cooperación para impulsar la transformación de los sistemas agroalimentarios ante el “momento decisivo” al que se enfrenta el mundo en la lucha contra el hambre.
En su intervención durante la reunión, el Sr. QU recordó a los asistentes que, según el último informe de la FAO El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, alrededor de 733 millones de personas padecieron hambre en 2023. Más alarmante aún es el hecho de que más de un tercio de la población mundial, aproximadamente 2 800 millones de personas, no pudo permitirse una dieta saludable en 2022.
“Nos encontramos en un momento decisivo”, dijo el Sr. QU. “Afrontamos en todo el mundo desafíos complejos e interrelacionados que repercuten directamente en la seguridad alimentaria y el acceso a dietas saludables”.
Las causas de estos desafíos son de sobra conocidas: los conflictos, las perturbaciones económicas, las catástrofes naturales y de origen humano, las crecientes desigualdades y la frecuencia cada vez mayor de las perturbaciones relacionadas con el clima, tales como las inundaciones, las sequías y los fenómenos meteorológicos extremos.
Estos contratiempos han entorpecido los avances hacia la consecución del objetivo del hambre cero y dificultan los esfuerzos encaminados a garantizar que los alimentos estén disponibles y sean accesibles y asequibles para todos.
“Para abordar estos desafíos y convertirlos en oportunidades para todos, debemos adoptar medidas audaces y coordinadas con vistas a transformar los sistemas agroalimentarios mundiales a fin de que sean más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles. Para ello, debemos replantearnos cómo producimos, distribuimos y consumimos los alimentos. En esencia, debemos producir más con menos”, dijo el Director General.
Una transformación de estas características también requiere dinero, y el BAsD desempeña un papel fundamental en la movilización del capital necesario para ayudar a subsanar el déficit de financiación existente.
La asociación entre la FAO y el BAsD
Desde 1968, la FAO y el BAsD han colaborado para dar apoyo a la formulación y ejecución de más de 50 proyectos de inversión, que ascienden a más de 2 600 millones de USD en inversiones agroalimentarias.
Esta asociación ha generado resultados tangibles. Por ejemplo, en Indonesia, el proyecto de mejora de la productividad para los cultivos arbóreos aumentó los ingresos de los pequeños agricultores gracias a la mejora de los servicios y la introducción de prácticas agrícolas sostenibles. En Bangladesh, el proyecto de diversificación de los cultivos en el noroeste ha permitido a los agricultores pasar a cultivos de mayor valor y mejorar su acceso a los mercados.
En el Afganistán, el BAsD fue el primer banco multilateral de desarrollo que reemprendió sus actividades después de agosto de 2021, al movilizar una financiación audaz e innovadora a través del sistema de las Naciones Unidas. La asociación del BAsD y la FAO es un ejemplo de los efectos de la inversión en asistencia agrícola de emergencia en situaciones frágiles y afectadas por conflictos; permite a la FAO prestar asistencia a gran escala y llegar a más de 800 000 hogares rurales (5,6 millones de personas) en las 34 provincias.
Unidos por el compromiso común de crear sistemas agroalimentarios eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles en Asia y el Pacífico, la FAO y el BAsD entran ahora en una nueva fase de su asociación. Aprovechando los conocimientos técnicos, la presencia sobre el terreno y las capacidades en materia de datos de la FAO junto con los instrumentos de financiación y las plataformas del sector privado del BAsD, ambas partes se proponen elaborar más y mejores soluciones de inversión pública y privada a gran escala. La FAO y el BAsD trabajarán asimismo con los países de cara a establecer las condiciones favorables necesarias para atraer la financiación y la inversión del sector privado a las cadenas de valor agroalimentarias.
“Esta colaboración también está en consonancia con nuestros esfuerzos más amplios, como el Programa de inversiones en los pequeños Estados insulares en desarrollo del Pacífico en el marco de la Iniciativa Mano de la mano, en aras de promover inversiones de calidad que transformen los sistemas agroalimentarios en toda la región de Asia y el Pacífico”, dijo el Sr. QU.
Esta nueva fase de la asociación llega en un momento crucial para la región, que afronta desafíos cada vez mayores, como los fenómenos climáticos de frecuencia e intensidad crecientes, la desigualdad, la fragilidad y la volatilidad de los mercados. La asociación refleja las prioridades compartidas en el contexto de las cuatro mejoras de la FAO con vistas a apoyar la transformación de los sistemas agroalimentarios impulsada por los países, fortalecer el liderazgo en la financiación del desarrollo y fomentar las asociaciones entre los sectores público y privado.
La participación de la FAO en la reunión del BAsD concluyó con la firma de un acuerdo marco cuyo objetivo era apoyar la formulación y ejecución de inversiones a gran escala.
Con este acuerdo, que pone en marcha una labor conjunta en varias esferas fundamentales, se intensifica la asociación entre las instituciones, iniciada hace 57 años. Entre estas esferas se incluye la promoción de soluciones de inversión agrícola digitales y alimentadas por inteligencia artificial en nueve países de Asia central y meridional para empoderar a los pequeños agricultores y crear resiliencia; la realización de análisis económicos y financieros en profundidad para respaldar las inversiones basadas en la naturaleza y climáticamente inteligentes en China, Filipinas y Asia central; y el fortalecimiento del diálogo sobre políticas y la planificación de las inversiones para promover asociaciones inclusivas entre los sectores público y privado en países como Bangladesh, el Pakistán y Uzbekistán.
La ceremonia de la firma se celebró en presencia del Director General de la FAO y el Sr. Masato Kanda, Presidente del BAsD.
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