La FAO advierte: es necesario incrementar la concienciación y las medidas ante los brotes de fiebre aftosa en Europa y el Cercano Oriente

Europa se enfrenta al peor brote de fiebre aftosa desde principios de siglo

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La fiebre aftosa es una enfermedad viral muy contagiosa que afecta a los animales de pezuña hendida, como el ganado vacuno, porcino, ovino y caprino, así como a diversas especies silvestres.

05/05/2025

Roma - Los recientes brotes de fiebre aftosa en Europa y la introducción de una cepa exótica del virus en el Cercano Oriente ponen de relieve la urgente necesidad de detección temprana de la enfermedad y mayores medidas de bioseguridad para minimizar sus efectos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

“La FAO recomienda medidas urgentes de bioseguridad y una mayor vigilancia tras la reciente detección del serotipo SAT1 de la fiebre aftosa en el Iraq y Bahrein. Este serotipo es exótico en las regiones de Cercano Oriente y Eurasia occidental, lo que plantea gran preocupación sobre la posible propagación del virus”, señaló la FAO en una alerta. 

La fiebre aftosa es una enfermedad viral muy contagiosa que afecta a los animales de pezuña hendida, como el ganado vacuno, porcino, ovino y caprino, así como a diversas especies silvestres. Se caracteriza por fiebre y ampollas en la boca y las pezuñas, acompañadas de cojera. Aunque pocos animales adultos sucumben a la enfermedad, los animales jóvenes pueden morir por un paro cardíaco repentino. El virus se propaga rápidamente y puede afectar a un gran número de animales, en especial en países o regiones que suelen estar libres de la enfermedad o que no utilizan la vacunación de forma regular. 

Aunque no supone una amenaza para la salud pública, la fiebre aftosa tiene graves efectos en la salud y el bienestar de los animales, la seguridad alimentaria y los medios de vida, al reducir la productividad del ganado, incluyendo un menor rendimiento de leche y carne. El daño económico es considerable, ya que se estima que las pérdidas directas en la producción y los costos de la vacunación en las regiones endémicas ascienden a 21 000 millones de USD al año. Sin embargo, es probable que la verdadera carga económica de la fiebre aftosa sea mucho mayor si se tienen en cuenta las perturbaciones en el comercio internacional y local. Estos efectos pueden tener consecuencias devastadoras para las comunidades rurales y las empresas que dependen de la ganadería. 

Recientemente, se ha detectado el virus de la fiebre aftosa en Europa, que normalmente está libre de la enfermedad y ahora está experimentando su peor brote desde 2001. Alemania detectó un brote en enero de 2025, pero desde entonces ha sido declarada libre de la enfermedad. Sin embargo, persiste un brote independiente que se produjo un mes más tarde en Hungría, con posterior propagación a Eslovaquia. Como ejemplo del efecto de la fiebre aftosa en el comercio internacional, el Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte ha prohibido la importación de carne y productos lácteos procedentes de los países europeos en los que se ha detectado el virus, así como de Austria, debido al brote en la vecina Hungría. 

Aunque la fiebre aftosa es endémica en el Cercano Oriente, recientemente se ha producido un recrudecimiento de los brotes causados por un serotipo exótico que probablemente se introdujo desde África oriental. Hasta ahora se han notificado casos en Bahrein, el Iraq y Kuwait, aunque otros países de las regiones del Cercano Oriente y Eurasia occidental corren un riesgo elevado de verse afectados. 

Muchas cepas del virus de la fiebre aftosa siguen circulando en diferentes partes del mundo, y los recientes brotes en Europa y el Cercano Oriente ponen de relieve el riesgo que sigue representando esta enfermedad para los medios de vida, la seguridad alimentaria y el comercio seguro. También subrayan el papel crucial de la FAO en el monitoreo mundial de los virus de la fiebre aftosa, no solo para ayudar a controlarlos donde son endémicos, sino también para compartir rápidamente la información sobre los riesgos a fin de proteger a los países que suelen estar libres de la enfermedad. 

Medidas recomendadas 

La FAO insta a todos los países a mantener la vigilancia ante la amenaza actual. En los países afectados y en aquellos considerados de alto riesgo de incursión, se debe tener en cuenta lo siguiente: 

  • Campañas de sensibilización: Informar a los agricultores y las comunidades sobre el aumento de la amenaza de la fiebre aftosa y las medidas que pueden adoptar para proteger su ganado. 
  • Bioseguridad: Este es el principal medio para prevenir y controlar la fiebre aftosa. Esto puede lograrse mediante las siguientes medidas: 
    • separar a los animales enfermos del resto del ganado y someterlos al examen de un profesional de sanidad animal; 
    • evitar la introducción de animales de origen desconocido para mantener la salud y seguridad del ganado en las explotaciones no afectadas; 
    • evitar mezclar diferentes partidas de ganado durante el transporte y en los mercados; 
    • limpiar a fondo y vaciar los mercados, los vehículos y los centros de transporte entre una venta y otra, con días de descanso; 
    • impedir que las personas, los vehículos y otros materiales que puedan estar contaminados con el virus se trasladen de una explotación a otra. 
  • Vacunación: En combinación con medidas rigurosas de vigilancia y bioseguridad, la vacunación puede ser un instrumento muy eficaz para luchar contra la fiebre aftosa. Sin embargo, es fundamental que las vacunas sean las adecuadas para las cepas existentes en el terreno y que se administren de conformidad con las especificaciones del fabricante. 
  • Planes de contingencia: Verificar que exista un plan de contingencia contra la fiebre aftosa, con procedimientos normalizados de actuación para la vigilancia, la investigación de brotes y la vacunación. 

Al aplicar estas medidas, los países pueden reducir notablemente el riesgo de brotes de fiebre aftosa y proteger sus industrias ganaderas. 

El papel de la FAO 

En el plano mundial, el Sistema de prevención de emergencias (EMPRES-Sanidad animal) de la FAO desempeña un papel fundamental en la lucha contra la fiebre aftosa al orientar a los países endémicos en la puesta en marcha de la Senda progresiva de control para la fiebre aftosa, una vía gradual para reducir los riesgos mediante la vigilancia, la prevención y el control. Estos esfuerzos apoyan la Estrategia mundial de lucha contra la fiebre aftosa, desarrollada en colaboración con la Organización Mundial de Sanidad Animal al amparo del Marco mundial para el control progresivo de las enfermedades transfronterizas de los animales. 

La FAO y la Comisión Europea para la Lucha contra la Fiebre Aftosa ofrecen también apoyo específico a cada país mediante programas de capacitación y creación de capacidad, facilitan la adquisición y distribución de vacunas, hacen un seguimiento de los riesgos mundiales de fiebre aftosa y desarrollan instrumentos para mejorar la preparación y el control. 

En momentos de brotes como estos, la FAO proporciona un apoyo crucial en la respuesta a situaciones de emergencia, incluida la asistencia técnica y la movilización de recursos para los países afectados. 

Contactos

 

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Nicholas Rigillo Oficina de Prensa, FAO [email protected]