El Fondo Verde para el Clima aprueba una cifra récord de 300 millones de USD para proyectos diseñados por la FAO en Papua Nueva Guinea, Santa Lucía y el Sahel

Las iniciativas se centran en la gestión forestal, la transformación de la pesca y la restauración de la tierra

Ampliar la resiliencia en la Gran Muralla Verde de África incluye el desarrollo de cadenas de valor para productos forestales no madereros resilientes al clima y de bajas emisiones, apoyando los medios de vida y la seguridad alimentaria de las comunidades vulnerables.

©Benedicte Kurzen/NOOR para la FAO

01/07/2025

Port Moresby (Papua Nueva Guinea)/Roma (Italia). El Fondo Verde para el Clima (FVC) ha aprobado proyectos por valor de más de 300 millones de USD con el objetivo de proteger los bosques de Papua Nueva Guinea, promover la pesca sostenible en Santa Lucía y favorecer el crecimiento de la Gran Muralla Verde de África.

Las iniciativas, concebidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se aprobaron en la 42.ª reunión de la Junta del FVC, celebrada en la capital de Papua Nueva Guinea del 30 de junio al 3 de julio. Constituye el conjunto de aprobaciones de mayor valor hasta la fecha.

“Gracias a la gestión forestal sostenible, la transformación de la pesca y la restauración de la tierra, estos proyectos diseñados por la FAO marcarán una diferencia considerable en la vida y los medios de subsistencia de estas comunidades vulnerables, en especial en el contexto mundial actual de crisis simultáneas y complejas debidas a fenómenos climáticos extremos y otras perturbaciones”, aseguró el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO. “La FAO agradece la confianza inquebrantable que el FVC y los Estados Miembros depositan en la capacidad profesional de la Organización para proporcionar los conocimientos técnicos necesarios a fin de fortalecer la resiliencia y salvaguardar los medios de vida de los más vulnerables”, añadió. “La asociación entre la FAO y el FVC sigue siendo fundamental para las inversiones climáticas en los sistemas agroalimentarios necesarias a fin de aportar soluciones concretas basadas en la ciencia a los países y comunidades donde más se necesitan, sin dejar a nadie atrás”. 

Las tres aprobaciones fueron el resultado de exitosos proyectos de preparación del FVC dirigidos por la FAO, así como de otras colaboraciones técnicas de larga data, que liberaron los recursos que los países necesitaban para llevar a cabo proyectos climáticos más ambiciosos. 

Papua Nueva Guinea 

La FAO ha ayudado al país a concebir un proyecto climático de gran repercusión, en el marco del programa experimental de pagos basados en los resultados del FVC, que orientará inversiones por valor de 63,4 millones de USD hacia las actividades de gestión forestal sostenible de Papua Nueva Guinea.

Esta importante inversión del FVC reconoce los logros alcanzados por el Gobierno al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 17 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO₂e) durante el período 2014-16, comparable a retirar más de tres millones de automóviles de las carreteras durante un año.

La financiación del proyecto se enmarca en la iniciativa conocida como REDD+ (reducción de emisiones debidas a la deforestación y la degradación de los bosques en los países en desarrollo) y respaldará las iniciativas del Gobierno para conservar los bosques y aplicar la Estrategia Nacional REDD+ para 2017-2027. 

Papua Nueva Guinea ha abogado por el proceso mundial de REDD+ desde su inicio en 2008. El país ha mantenido la conservación de montes y la reducción de las emisiones del sector forestal en un lugar destacado de la agenda nacional y mundial, en particular mediante el apoyo de la FAO y del Programa de Colaboración de las Naciones Unidas para Reducir las Emisiones debidas a la Deforestación y la Degradación Forestal en los Países en Desarrollo (ONU-REDD).

Con las inversiones se procura promover un círculo virtuoso de reducción de emisiones por medio del fomento de la agroforestería, la producción sostenible de leña y carbón vegetal, las plantaciones comunitarias de árboles jóvenes y de madera de construcción y la restauración de los bosques naturales, entre otras cosas.

El proyecto hará especial hincapié en la dimensión social, al promover la distribución de beneficios, fomentar la participación de las partes interesadas y reforzar las capacidades locales y nacionales.

Los bosques tropicales de Papua Nueva Guinea, de los cuales tres cuartas partes son primarios, abarcan el 78 % de la superficie del país, lo que lo convierte en un punto de biodiversidad mundial crítico. Los bosques albergan 191 especies de mamíferos y 750 de aves. También sirven como sumideros vitales de carbono, ya que almacenan grandes cantidades de carbono en la biomasa en superficie y en el suelo.

Santa Lucía  

El proyecto FISH-ADAPT de Santa Lucía, con una inversión de 16,7 millones de USD, se ha concebido con el fin de reducir los riesgos que el cambio climático plantea a los sectores de la pesca y la acuicultura en este pequeño Estado insular en desarrollo situado en la parte oriental del mar Caribe. 

El objetivo del proyecto consiste en transformar el sector pesquero de Santa Lucía haciendo que la pesca sea más segura y productiva a pesar del cambio climático. El proyecto fomentará la economía circular a fin de ayudar a reducir los residuos, mejorar la eficiencia de los recursos y promover la diversificación de los medios de vida para aumentar la resiliencia de las comunidades. Se fortalecerán las cadenas de valor y los mercados del pescado; los caladeros costeros y los sistemas de acuicultura serán más resilientes al clima y los pescadores tendrán ingresos más diversificados. 

La iniciativa pondrá en marchasoluciones agroalimentarias que refuercen la sostenibilidad y la resiliencia con el fin de mejorar la eficiencia, la seguridad y la productividad del sector pesquero, entre ellas el empoderamiento de los pescadores y acuicultores mediante la mejora del acceso a los datos meteorológicos, la modernización de los puntos de desembarque y la promoción de la sostenibilidad de la pesca en mar abierto.

La posición geográfica de Santa Lucía y su dependencia socioeconómica del sector pesquero hacen que el país sea especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático. Los pescadores que dependen del mar como medio de subsistencia tienen cada vez más dificultades para adaptarse a un clima cambiante y a la disminución de las poblaciones de peces. El aumento de la temperatura del aire y los cambios en los regímenes de lluvias también han afectado a la acuicultura continental.

Teniendo en cuenta estos desafíos, FISH-ADAPT estará dirigido a unos 75 000 beneficiarios (alrededor del 41 % de la población), incluidos pescadores marinos, acuicultores dedicados al cultivo de musgo marino, vendedores y elaboradores de productos pesqueros y acuicultores continentales. 

El Sahel 

El programa “Aumento de la resiliencia en la Gran Muralla Verde de África”, con una inversión de 222 millones de USD, apoyará los medios de vida de las comunidades agropastoriles y pastoriles que viven en las regiones semiáridas del Sahel, extremadamente vulnerables al cambio climático.

Se trata de la primera propuesta multinacional de la FAO y la mayor solicitud de financiación presentada en nombre de sus Estados Miembros. Se basa en los amplios trabajos realizados por la FAO en relación con la Iniciativa de la Gran Muralla Verde, en particular el programa de Acción Contra la Desertificación

La iniciativa tendrá como objetivo ampliar las prácticas exitosas de restauración de la tierra utilizando diversas especies nativas para aumentar la resiliencia de los medios de subsistencia y, al mismo tiempo, almacenar carbono. Promoverá cadenas de valor de productos forestales no madereros resilientes al clima y con bajas emisiones y contribuirá a los medios de vida y la seguridad alimentaria de las comunidades vulnerables.

Otro aspecto clave del proyecto será el fortalecimiento de las instituciones nacionales y regionales de la Gran Muralla Verde a fin de procurar la sostenibilidad y la coordinación de las intervenciones y el seguimiento de los resultados de la restauración, así como la movilización de recursos adicionales, en particular a través de mecanismos de financiación para la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos.   

El programa “Aumento de la resiliencia en la Gran Muralla Verde de África” contribuirá a la aspiración de la Unión Africana de transformar los paisajes del Sahel mediante la restauración de 100 millones de hectáreas de tierras degradadas y la creación de 10 millones de puestos de trabajo. Asimismo, se trabajará con pequeños agricultores y comunidades de pastores a fin de fomentar la resiliencia y contribuir a mitigar el cambio climático mediante el almacenamiento de carbono en las tierras restauradas de los ocho países participantes (Burkina Faso, Chad, Djibouti, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria y Senegal). 

Una cuarta parte de los 100 millones de personas que viven en el Sahel dependen del pastoreo para su subsistencia. La pobreza, las tensiones sociales y el cambio climático ejercen una presión adicional sobre pastores y agricultores que ya compiten por los limitados recursos y tierras. Las actividades agrícolas, ganaderas y forestales constituyen la base de sus economías, y más del 70 % de las comunidades rurales dependen directamente de la agricultura de secano.   

La asociación entre la FAO y el Fondo Verde para el Clima 

Las nuevas aprobaciones aumentan el valor de la cartera de proyectos de la FAO financiados por el FVC a más de 1 800 millones de USD, con inversiones climáticas que aportarán soluciones para lograr sistemas agroalimentarios sostenibles en los países y comunidades donde más se necesiten. 

 Más información sobre la asociación de la FAO con el FVC aquí

 

Contactos

Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53625 [email protected]