Un nuevo indicador muestra que las tierras más aptas para cultivos como el trigo, el café, los frijoles y la yuca podrían reducirse a la mitad para el año 2100

La FAO mejora la aplicación geoespacial Mapa-ABC y refuerza aún más la capacidad para hacer frente a las perturbaciones relacionadas con el clima

FAO/Mahmoud Shamrouk

Un nuevo indicador muestra que varios cultivos principales podrían perder la mitad de sus tierras más adecuadas u óptimas para el año 2100.

05/06/2025

Roma - La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha mejorado su innovadora aplicación geoespacial, el Mapa‑ABC para medir la Adaptación, la Biodiversidad y el Carbono, con un nuevo indicador que muestra que las tierras más aptas para varios cultivos tan importantes como el trigo, el café, los frijoles, la yuca y el plátano podrían reducirse a la mitad para el año 2100. 

Concebido para responsables de las políticas, personal técnico y diseñadores de proyectos, el Mapa-ABC ofrece un examen inicial de los riesgos relacionados con el clima, los indicadores esenciales de la diversidad biológica y el potencial de reducción de carbono del proyecto seleccionado. Esta aplicación de código abierto que proporciona imágenes obtenidas por satélite, basada en Google Earth Engine, ofrece información procedente de conjuntos de datos mundiales. 

Tras su mejora, el Mapa-ABC cuenta con un nuevo indicador que analiza hipótesis climáticas cambiantes y proporciona información sobre la conveniencia de utilización de los principales cultivos hasta finales de siglo. El Sr. Martial Bernoux, Oficial superior de recursos naturales (cambio climático) de la FAO, asegura que la nueva información podría ayudar a garantizar nuestra capacidad para hacer frente al cambio climático y sus efectos a largo plazo: 

“Habida cuenta de la creciente irregularidad meteorológica y de los fenómenos extremos, como las sequías y las inundaciones, los agricultores, los responsables de las políticas y los técnicos necesitan saber si los cultivos, las inversiones o los proyectos que están considerando serán adecuados o si deberán ajustarlos y considerar otros cultivos o más medidas de adaptación”, afirma el Sr. Bernoux. “Nuestro instrumento Mapa-ABC puede contribuir de forma más precisa a sus consideraciones y reforzar aún más la resiliencia climática”. 

Datos preocupantes 

El nuevo indicador, elaborado por la FAO, incorpora datos de un estudio realizado por la nueva empresa francesa de tecnología financiera Finres, encargado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y financiado por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). En el estudio titulado “Have crops already reached peak suitability: assessing global climatic suitability decreases for crop cultivation” (¿Han llegado ya los cultivos a su nivel máximo de adecuación? Evaluación del descenso de la idoneidad climática en el mundo en relación con los cultivos) se utiliza un nuevo método para evaluar la idoneidad de los cultivos ante diversas hipótesis climáticas. El estudio llega a la conclusión de que cinco de los nueve principales cultivos básicos y comerciales —entre ellos el trigo, el café, el frijol, la yuca y el plátano— ya están perdiendo sus condiciones óptimas de cultivo, y las tierras más aptas para su cultivo podrían haberse reducido a la mitad en el año 2100. 

En particular, los investigadores que han participado en el estudio sugieren que la producción de café en las principales regiones cafetaleras —como Brasil, Viet Nam e Indonesia—, podría disminuir de manera drástica para 2100. Afirman que el frijol y el trigo podrían sufrir pérdidas importantes, en especial en regiones como América del Norte y Europa. Sin embargo, los investigadores sugieren que, en principio, se podrían localizar zonas más adecuadas para el cultivo del maíz y el arroz, si bien esta situación podría revertirse a finales de siglo en el supuesto de elevadas emisiones de gases. 

¿Cómo funciona Mapa-ABC? 

La aplicación geoespacial Mapa-ABC presenta indicadores en tres secciones: adaptación, biodiversidad y carbono. Este nuevo indicador amplía el alcance de la sección de adaptación, que anteriormente solo mostraba información sobre las tendencias pasadas en una zona determinada, entre ellas la temperatura y las precipitaciones registradas. El nuevo indicador añade también información sobre las tendencias futuras. 

El usuario introduce una ubicación y, a continuación, selecciona un cultivo entre 30 opciones que incluyen el café, el maíz y el trigo. A continuación, el instrumento muestra la idoneidad de los cultivos seleccionados en esa zona para períodos que se extienden hasta el año 2100 y proporciona una puntuación de idoneidad de los cultivos para dos hipótesis climáticas diferentes. También está previsto para este año incorporar un indicador con información sobre el estrés térmico del ganado y otro sobre las necesidades hídricas de los cultivos, que estimaría las precipitaciones previstas y las posibles necesidades de riego. 

Fortalecimiento de la capacidad nacional 

El Mapa-ABC, que entró en funcionamiento en 2024, forma parte del Conjunto de instrumentos de acción nacional sobre agricultura, alimentación y clima de la CP 28, un grupo de tecnologías que ayudan a los gobiernos a elaborar y aplicar medidas de políticas sobre acción climática y transformación del sistema agroalimentario. La aplicación fue presentada el año pasado, durante la reunión de un grupo de expertos sobre la asociación Alimentación y agricultura para una transformación sostenible (FAST), en el Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura celebrado en Berlín (Alemania). 

El instrumento permite a los usuarios comprender mejor las sinergias y las compensaciones entre los tres retos urgentes e interrelacionados que son la atenuación del cambio climático, la adaptación a este y la lucha contra la pérdida de biodiversidad. Asimismo, promueve medidas ambientales integrales en la agricultura y, gracias a su última actualización, impulsará aún más el apoyo de la FAO a los países para que cumplan sus obligaciones en virtud de los tres convenios de Río y refuercen su capacidad para hacer frente al cambio climático. 

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