SOFI 2025: la FAO insta a la adopción de medidas urgentes, coordinadas e inclusivas a fin de acabar con el hambre en el mundo

El Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, pronuncia un discurso en la presentación del informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo de 2025

@ FAO/Eduardo Soteras

El Director General de la FAO declaró que el mundo debía actuar con mayor urgencia e inclusividad para abordar los progresos desiguales en la lucha contra el hambre y la malnutrición mundiales.

©FAO/Eduardo Soteras

28/07/2025

Addis Abeba (Etiopía). “El mundo debe actuar con mayor urgencia e inclusividad para abordar los progresos desiguales en la lucha contra el hambre y la malnutrición mundiales”, declaró el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en la presentación del informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI) de 2025.

El acto de presentación de este año se celebró en Addis Abeba, capital de Etiopía, siendo esta la primera vez que el informe SOFI se presentaba en el continente africano; una elección apropiada y simbólica, ya que África sigue en el ápice de la crisis mundial de hambre.

El informe SOFI de 2025 revela una mejora modesta en los niveles mundiales de hambre, pues la proporción de personas aquejadas por el hambre descendió del 8,5 % en 2023 al 8,2 % en 2024. No obstante, esta cifra global esconde marcadas disparidades regionales. Mientras que América Latina y Asia han experimentado progresos alentadores, el hambre sigue empeorando en África, donde 307 millones de personas (el equivalente al 20 % de la población) padecen inseguridad alimentaria. Las previsiones indican que para 2030, casi el 60 % de las personas en riesgo de padecer hambre crónica se encontrará en África.

Además, aunque los niveles mundiales de hambre han ido descendiendo desde el máximo alcanzado en 2022, todavía no se han recuperado de las crisis combinadas de los últimos años.

“La recuperación debe ser inclusiva; no podemos aceptar un futuro donde se deje atrás a regiones enteras”, afirmó el Sr. QU en el acto de presentación.

Al acto asistieron dignatarios de alto nivel como, por ejemplo, la Sra. Amina J. Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, el Sr. Taye Atske-Selassie, Presidente de Etiopía, y el Sr. Edmondo Cirielli, Viceministro de Relaciones Exteriores de Italia.

“El conocimiento es poder. El informe presentado hoy ofrece perspectivas que invitan a la reflexión, pero también los medios para actuar”, declaró la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas. Las crisis que se superponen, como los conflictos, las perturbaciones climáticas, la inflación y los desplazamientos, están exponiendo la profunda fragilidad de nuestros sistemas alimentarios, lo que significa que el mensaje es claro: “la cooperación debe reemplazar al conflicto”, afirmó.

El Presidente de Etiopía describió el “aleccionador” informe SOFI como un “apremiante llamamiento a la acción”. Al mismo tiempo, el informe ayuda a “fundamentar políticas para lograr mejoras rápidas y soluciones a largo plazo”, declaró.

El Sr. Cirielli recordó que la seguridad alimentaria representaba una prioridad estratégica para Italia. Para Italia, la seguridad alimentaria no tiene que ver solo con “lo que comemos, sino también con el futuro de nuestras sociedades, el bienestar de nuestros sistemas económicos y la salud mundial” afirmó el Sr. Cirielli.

Progresos desiguales en la lucha contra el hambre y la malnutrición

En el informe SOFI de 2025, producido conjuntamente por la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la FAO y las Naciones Unidas, y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se presenta un panorama sombrío.

Actualmente se enfrentan al hambre 90 millones de personas más que en 2020 y 100 millones más que en 2015, cuando se presentaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por otra parte, en torno a 2 300 millones de personas sufrieron inseguridad alimentaria moderada o grave en 2024.

Más allá del hambre, el panorama de la malnutrición sigue siendo desigual. El retraso del crecimiento infantil ha descendido modestamente a lo largo del último decenio, pero la emaciación se ha estancado. Por el contrario, la anemia entre las mujeres de 15 a 49 años ha aumentado del 27,6 % al 30,7 %, y la mayoría de las regiones muestra un estancamiento o un deterioro.

Además, mientras millones de personas padecen hambre, muchos otros consumen más de lo que es saludable. La obesidad en adultos aumentó del 12,1 % en 2012 al 15,8 % en 2022, un punzante recordatorio de la doble carga de la malnutrición.

La mejora de la calidad de las dietas resulta esencial. A este respecto, el informe SOFI de este año incluye por primera vez nuevos indicadores de la diversidad alimentaria tanto en niños como en mujeres, un paso decisivo hacia un seguimiento más eficaz de la meta 2.2 de los ODS.

Las conclusiones son preocupantes: solo un tercio de los niños de entre 6 y 23 meses y dos tercios de las mujeres de entre 15 y 49 años cumplen los criterios mínimos de la diversidad alimentaria.

“Debe hacerse mucho más para ampliar el acceso a dietas nutritivas y variadas para todas las personas, especialmente las mujeres y los niños”, declaró el Sr. QU.

Las dietas saludables también deben llegar a ser más asequibles, dado que, en 2024, 2 600 millones de personas todavía no podían permitirse una dieta saludable. En este contexto, el informe SOFI de 2025 se centra especialmente en la inflación de los precios de los alimentos, analizando sus causas y consecuencias y las respuestas normativas.

Desde 2020, la inflación de los precios de los alimentos ha superado sistemáticamente a la inflación general, exponiendo así las vulnerabilidades únicas de los sistemas agroalimentarios y subrayando la necesidad urgente de dar prioridad a la política alimentaria en la planificación macroeconómica.

“En un contexto de perturbaciones mundiales, el proteccionismo o las políticas orientadas a los aspectos internos son contraproducentes. Lo que necesitamos es una acción mundial coordinada, basada en la responsabilidad compartida, la solidaridad y datos objetivos sólidos”, dijo el Director General de la FAO.

El camino a seguir exige “urgencia, inclusividad y acción”, afirmó el Sr. QU.

“Debemos aportar a todas las comunidades (rurales y urbanas, hombres y mujeres, niños y ancianos) soluciones oportunas, justas y eficaces. Actuemos ahora, no solo con ambición, sino también con determinación, para lograr el Hambre cero, sin dejar a nadie atrás”, declaró.

 

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