Europa y Asia Central: la gestión sostenible del agua es esencial para alimentar a la población, según un informe de las Naciones Unidas

Oficina Regional de la FAO para Europa y Asia Central

© FAO/Sergey Kozmin

Siete entidades de las Naciones Unidas han publicado las cifras más recientes sobre el hambre relativas a países de Europa y Asia Central a fin de explorar los vínculos entre la mejora de la gestión de los recursos hídricos, la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria

©FAO/Sergey Kozmin

02/04/2025

Ginebra/Budapest - La seguridad del abastecimiento de agua es fundamental para que los habitantes de Europa y Asia Central puedan poner comida en la mesa. Es más, la seguridad del abastecimiento de agua sirve de catalizador para la transformación de los sectores alimentario y agrícola de la región a fin de hacerlos más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles. Por lo tanto, las prácticas sostenibles de gestión de los recursos hídricos son un requisito previo para la resiliencia de los agricultores frente a los desafíos climáticos y, por ende, para salvaguardar la seguridad alimentaria. Este es el mensaje central del informe 2024 Regional Overview of Food Security and Nutrition (Panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición de 2024), publicado hoy.

En el informe, centrado geográficamente en Europa y Asia Central, se evalúan los progresos logrados en la región hacia el objetivo de eliminar el hambre, la inseguridad alimentaria y todas las formas de malnutrición para 2030 y se pide que se intensifiquen las acciones dirigidas a alcanzar este objetivo. La seguridad del abastecimiento de agua es el tema principal de la edición de 2024, que pone de relieve las interrelaciones que existen entre el sector hídrico y la agricultura, la seguridad alimentaria y la nutrición.

Siete entidades de las Naciones Unidas han unido sus fuerzas y capacidades para preparar el informe Regional Overview of Food Security and Nutrition in Europe and Central Asia 2024 (Panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición en Europa y Asia central de 2024): la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

“El objetivo que perseguimos al fomentar la colaboración es acelerar los progresos para eliminar el hambre y mejorar la salud y la seguridad del abastecimiento de agua en la región. Nuestras organizaciones han asumido el compromiso de apoyar a los gobiernos y colaborar con nuevos asociados con miras a impulsar políticas coherentes a escala nacional y regional y garantizar soluciones sostenibles a los desafíos que afectan a la región.

Esta declaración conjunta forma parte del prólogo del informe, elaborado por el Sr. Viorel Gutu, Subdirector General y Representante Regional de la FAO; la Sra. Regina De Dominicis, Directora Regional del UNICEF para Europa y Asia Central; la Sra. Kornelia Radics, Directora de la Oficina Regional para Europa de la OMM; la Sra. Dina Saleh, Directora Regional de la División del Cercano Oriente, África del Norte y Europa del FIDA; la Sra. Tatiana Molcean, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Secretaria Ejecutiva de la CEPE, y el Sr. Hans Henri P. Kluge, Director Regional de la OMS para Europa.

Desafíos persistentes en materia de seguridad alimentaria

Si bien la prevalencia del hambre y la inseguridad alimentaria en Europa y Asia Central sigue siendo menor que en el resto del mundo, varios países de la región continúan enfrentándose a diversos grados de inseguridad alimentaria y malnutrición, en función de los niveles de ingresos, factores socioeconómicos y la exposición a riesgos climáticos y conflictos, en particular la guerra en curso en Ucrania.

En 2023, la prevalencia de la subalimentación en todo el mundo se mantuvo en el 9,1 %, mientras que en Europa y Asia Central ha permanecido por debajo del 2,5 % desde 2005. No obstante, alrededor del 3 % de la población de Asia Central, es decir, 2,3 millones de personas, presenta una ingestión de energía alimentaria inadecuada.

La proporción de personas que carecen de acceso regular a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos es algo mayor. En 2023, alrededor del 11,5 % de la población de Europa y Asia Central (107,2 millones de personas, aproximadamente 1,5 millones menos que el año anterior) experimentó inseguridad alimentaria moderada o grave. El número de personas que experimentan inseguridad alimentaria grave también ha disminuido, al pasar de 25,8 millones en 2022 a 24,5 millones en 2023.

Estos dos indicadores (la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave entre la población, según la escala de experiencia de inseguridad alimentaria, y la prevalencia de la subalimentación) se utilizan para llevar a cabo un seguimiento de los avances mundiales hacia el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (Hambre cero), aunque también se tienen en cuenta otras perspectivas y se utilizan datos adicionales para garantizar que las estimaciones sean precisas y estén actualizadas.

La región ha registrado mejoras notables a lo largo de los dos últimos decenios en los indicadores de malnutrición relativos al retraso del crecimiento y la emaciación entre los niños menores de cinco años. Asimismo, la anemia afectó a un porcentaje considerablemente menor de mujeres de edades comprendidas entre los 15 y los 49 años en la región (18,8 %), en comparación con la cifra estimada a escala mundial (29,9 %).

Europa y Asia Central se enfrentan a un problema creciente de obesidad adulta, que en 2022 afectaba a más del 20 % de la población, por encima del promedio mundial del 15,8 %. Asimismo, aunque la prevalencia del sobrepeso entre los niños menores de cinco años ha seguido disminuyendo, en 2022 seguía estando por encima de la estimación mundial: un 7,1 % frente a un 5,6 %, respectivamente. Por otra parte, cerca de 64,3 millones de personas en la región (el 6,9 % de la población) no podían permitirse una dieta saludable en 2022, si bien esta cifra estaba muy por debajo del promedio mundial, que se situaba en el 35,4 %.

Seguridad del abastecimiento de agua para la agricultura, la alimentación y la nutrición

En el análisis de la gestión del agua que se hace en el informe se va más allá del discurso global (a menudo centrado exclusivamente en la “escasez de agua”) para abordar la seguridad del abastecimiento de agua, un enfoque que engloba la disponibilidad de agua en general pero que tiene en cuenta también el agua para consumo humano, el saneamiento, la higiene, la eficiencia en el uso del agua, la calidad y la gobernanza. En el informe se exploran las complejas interdependencias que existen entre la seguridad del abastecimiento de agua y la seguridad alimentaria y nutricional, que en algunos casos se refuerzan mutuamente y en otros entran en conflicto.

A su vez, se determinan los principales desafíos que plantea la seguridad del abastecimiento de agua en toda la región, como el deterioro de las infraestructuras hídricas, el aumento de la variabilidad del clima y el cambio climático, la creciente contaminación del agua, la deficiente gobernanza del agua, el carácter complejo de la cooperación transfronteriza en esta materia y las lagunas en la disponibilidad de datos sobre el agua.

Los países con alto estrés hídrico parecen registrar un consumo de agua mucho mayor para la agricultura y ser menos eficientes en el uso del agua en este sector. La demanda de productos animales que requieren más agua (por ejemplo, carne de vacuno, pollo, huevos y leche) está creciendo en muchos países en desarrollo de la región, con el consiguiente aumento de las necesidades generales de agua para la producción de alimentos.

“El análisis demuestra que los países con mayores ingresos tienden a gozar de mayor seguridad del abastecimiento de agua”, afirma la Sra. Tamara Nanitashvili, Oficial Superior de Políticas de la FAO y autora principal de la publicación. “El informe muestra que el nivel de inseguridad alimentaria es relativamente bajo en la región, incluso en países donde el abastecimiento de agua es poco seguro. No obstante, la falta de acceso a infraestructuras de agua potable, saneamiento e higiene en las zonas rurales puede contribuir a los resultados nutricionales relativamente modestos que se registran en Asia Central y el Cáucaso”.

En el informe se sugiere que los países de Europa y Asia Central deberían elaborar (y de hecho ya lo están haciendo) estrategias hídricas adaptadas a sus necesidades. En este contexto, el apoyo a la gestión del agua es crucial para los países en transición, especialmente en regiones que padecen escasez de agua, como también lo son las inversiones en conservación, reciclado y reutilización del agua. En el informe también se recomienda que los países reduzcan la huella hídrica de la agricultura nacional y mejoren la cooperación transfronteriza en relación con una mejor gestión de los recursos hídricos.

Contactos

Victoria Kalinin Communication Officer, Regional Office for Europe and Central Asia +36 1 4612033 [email protected]

Lea Plantek Oficina regional para Europa y Asia Central (+39) 06 570 53625 [email protected]

Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53625 [email protected]