Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe

Claudia Brito, Oficial de Políticas, Experta en Género de FAO: “El liderazgo de las mujeres rurales es esencial para construir sistemas agroalimentarios resilientes e inclusivos”

En entrevista, la experta en género de FAO reflexiona sobre las acciones en el marco de los 30 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing.

13/10/2025

©FAO/Max Valencia

Claudia Brito Bruno, Oficial de Políticas, Experta en Género y Sistemas Sociales e Institucionales de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, reflexiona sobre los avances, desafíos y prioridades para el empoderamiento de las mujeres rurales en la región, en el marco del Día Internacional de las Mujeres Rurales 2025.

–Este año se cumplen 30 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. ¿Qué balance hace de los avances logrados y de los desafíos pendientes para las mujeres rurales?

Tres décadas después de Beijing, los avances son innegables, pero también persisten brechas profundas. En América Latina y el Caribe observamos la persistencia de desigualdades que afectan especialmente a las mujeres rurales: hambre, pobreza, malnutrición y una carga desproporcionada de trabajo no remunerado y de cuidados.

Aunque las mujeres representan el 36 % de la fuerza laboral en los sistemas agroalimentarios, aún enfrentan discriminación, limitado acceso a recursos productivos y financieros, y una baja participación en los espacios de decisión. Estas condiciones reducen sus oportunidades de generar ingresos con su producción, a través del acceso a mercados seguros como las compras públicas y al empleo decente.

–El lema del Día Internacional de las Mujeres Rurales este año es “Mujeres rurales en ascenso: forjando futuros resilientes con Beijing+30”. ¿Qué mensaje encierra esta consigna?

Este lema es una invitación a actuar con decisión y sentido de urgencia, para que gobiernos, sociedad civil, organismos internacionales, sector privado, academia entre otros sectores claves de nuestros países y región, traduzcan sus compromisos en políticas concretas, con un enfoque de género transformador y multisectorial.

Nuestra región puede acabar con el hambre al 2030, pero para lograr esa meta el liderazgo de las mujeres rurales, en toda su diversidad —jóvenes, indígenas y afrodescendientes—, es esencial para construir sistemas agroalimentarios resilientes e inclusivos, cuidar con efectividad de la biodiversidad y lograr economías rurales sostenibles.

–Recientemente la FAO impulsó en Panamá la construcción de una hoja de ruta regional para el empoderamiento de las mujeres rurales. ¿Qué avances representa este instrumento y cómo contribuirá a guiar la acción conjunta en la región?

La hoja de ruta regional para el empoderamiento de las mujeres rurales es un hito para América Latina y el Caribe. Bajo el liderazgo de la FAO y con la participación de las mujeres rurales, los gobiernos, academia, sector privado, banca de desarrollo y organismos internacionales, mediante el diálogo político, se logró construir una visión compartida hacia 2030 que sitúa la igualdad de género en el centro de las políticas de desarrollo rural.

Este instrumento reúne compromisos y recomendaciones estratégicas orientadas a todos los sectores, y servirá como guía para fortalecer políticas públicas, marcos legales y alianzas regionales que impulsen el empoderamiento económico, social y político de las mujeres rurales. Una de las discusiones y resultado más interesantes fue el relativo a los sistemas de cuidado de la vida y la importancia del compromiso de Tlaltecoco como base fundamental para garantizar los cuidados comunitarios con una visión de corresponsabilidad en nuestra región.

Además, incluye prioridades específicas para avanzar en los principales hitos regionales e internacionales, como el Año Internacional de la Agricultora 2026, la COP30 en Brasil y la 39ª Conferencia Regional de la FAO (LARC39).

–La FAO ya había dado un paso importante en agosto con el lanzamiento de la Plataforma Regional para el Empoderamiento de las Mujeres Rurales. ¿Qué papel cumple esta herramienta y cómo se vincula con los compromisos asumidos en la hoja de ruta?

La Plataforma Regional para el Empoderamiento de las Mujeres Rurales es sin duda un hito clave que dará continuidad a los compromisos establecidos en la hoja de ruta. Fue impulsada por la FAO en el marco del Programa de Aceleración del Empoderamiento de las Mujeres Rurales y la Sostenibilidad Ambiental, como un instrumento destinado a impulsar la acción regional y nacional para fortalecer las capacidades institucionales y técnicas para acompañar de manera efectiva la autonomía de las mujeres en los territorios rurales.

Con un enfoque de género transformador, que significa trabajar las normas sociales discriminatorias de género y contra las mujeres y niñas, que aún persisten en la ruralidad, la plataforma busca apoyar a los gobiernos en el diseño e implementación de políticas públicas inclusivas y poner a disposición información, formación y herramientas prácticas que faciliten la toma de decisiones basadas en evidencia.

Además, integra datos actualizados, difunde buenas prácticas, políticas destacadas y experiencias innovadoras con potencial de réplica y escalabilidad en América Latina y el Caribe. Su objetivo es que los logros alcanzados en un país puedan inspirar y orientar acciones en otros, fortaleciendo la cooperación regional y la construcción de soluciones compartidas.

En esencia, la plataforma es un espacio abierto y dinámico de conocimiento, colaboración y acción, que invita a gobiernos, sociedad civil, academia y organismos internacionales a participar activamente, contribuir con sus experiencias y convertirla en una aliada estratégica para acelerar la transformación de los sistemas agroalimentarios con igualdad de género.

–¿Qué oportunidades se abren para la región en los próximos años, especialmente considerando que 2026 ha sido declarado Año Internacional de la Agricultora?

Los próximos años serán decisivos para América Latina y el Caribe. La declaración del Año Internacional de la Agricultora en 2026 por las Naciones Unidas marca un momento histórico y una oportunidad sin precedentes para visibilizar las contribuciones de las mujeres rurales y reconocer su papel esencial en la transformación de los sistemas agroalimentarios.

La FAO liderará este proceso a nivel global y regional junto a sus socios claves, impulsando que el 2026 sea el año en donde los países que aún no cuentan con políticas, presupuestos, inversiones y esquemas de agregación de valor que fortalezcan el empoderamiento económico, social y político de las mujeres rurales lo concreten.

Junto con la 39ª Conferencia Regional de la FAO, la COP30 en Brasil y el Decenio Interamericano por los Derechos de las Mujeres Rurales (2024–2034), este será un momento clave para consolidar avances, remover barreras estructurales y promover un desarrollo verdaderamente inclusivo y sostenible.

–¿Cuál es su llamado en este Día Internacional de las Mujeres Rurales?

Mi llamado es claro: el hambre cero no es posible sin las mujeres tanto las que habitan en zonas urbanas como las rurales.

Hace treinta años, Beijing sentó las bases para avanzar hacia la igualdad sustantiva. Hoy, nos corresponde dar el siguiente paso, acelerando la implementación de políticas públicas transformadoras que reconozcan plenamente los derechos, saberes y aportes de las mujeres rurales.

Debemos asegurar que ninguna mujer, sea rural, indígena, afrodescendiente o joven, quede atrás. De cara al Año Internacional de la Agricultora 2026, este es el momento de unir esfuerzos y reconocer el liderazgo de las mujeres rurales como fuerza esencial para construir un futuro más justo, resiliente e inclusivo y una vida mejor para todas las personas en nuestra región.