Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe

Luiz Beduschi, oficial principal de políticas en desarrollo territorial: “Invertir en las personas y en sus territorios es clave para lograr un futuro sostenible"

La iniciativa Mano de la mano impulsa inversiones estratégicas basadas en datos para transformar territorios rurales, mejorar ingresos, fortalecer resiliencia y promover desarrollo sostenible e inclusivo en América Latina y el Caribe.

31/10/2025

©FAO/Max Valencia

Del 14 al 17 de octubre, en la sede de FAO en Roma, Italia, se celebró el Foro Mundial de Alimentación. En ese marco, se realizó también el Foro Mundial de Inversión Mano de la mano, donde gobiernos de todo el mundo presentaron sus programas de inversión sostenibles ante representantes de entidades públicas, privadas y de la banca multilateral.

Luiz Beduschi, oficial principal de políticas en desarrollo territorial, nos comenta en esta entrevista cómo esta iniciativa ha sido clave en la identificación de territorios y oportunidades de desarrollo que permitan mejorar los ingresos y la calidad de vida de las familias rurales en América Latina y el Caribe.

-Se acaba de celebrar la cuarta edición del Foro Mundial de Inversión Mano de la mano. ¿Cómo ha sido la participación de la región en este evento y cuáles han sido los resultados más relevantes?

La región ha participado de este evento desde sus inicios. Este año, ocho de los 15 países que participan de la iniciativa fueron al foro para presentar oportunidades de inversión para cadenas de valor como el café, cacao, granos básicos, frutos amazónicos, entre otros. También hubo propuestas centradas en ganadería sostenible y en inversión para infraestructura habilitante que es crucial para desarrollar soluciones innovadoras que permitan integrar tecnología y digitalización.

Además, se presentaron dos propuestas subregionales, una que trabajamos junto a la Comunidad del Caribe (CARICOM) para mejorar los sistemas de riego agrícolas en los pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), y otra que formulamos con la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) para avanzar hacia un modelo de bioeconomía en la región amazónica. Estos dos programas se unen al de Corredor Seco y Zonas Áridas que ya está muy fortalecido y posicionado dentro de la región.

Solo entre los años 2022 y 2024 hemos logrado movilizar cerca de 1 750 millones de dólares en América Latina y el Caribe. Una cifra que nos enorgullece, pero que no nos satisface, porque nos queda mucho por hacer. Sabemos que invertir en las personas y en sus territorios es clave para lograr un futuro sostenible, con mejores sistemas agroalimentarios.

-Solo este año, los países participantes lograron diseñar y presentar más de 20 oportunidades de inversión a través de la iniciativa. ¿Cómo Mano de la mano logra identificar los territorios para generar soluciones que sean sostenibles y que impacten positivamente a productores y comunidades rurales?

Llegar a esas soluciones no es fácil. Cuando hablamos de Mano de la mano, hablamos de una iniciativa emblemática de la FAO que inició en 2019 con un objetivo muy claro: identificar las áreas donde las políticas y las inversiones del sector agroalimentario pueden generar mayor impacto económico y social para las poblaciones con altos niveles de pobreza que dependen de estas actividades.

Para cumplir con el objetivo que les mencionaba, hay un factor que es clave: la planificación estratégica de inversiones. Nos enfocamos en detectar oportunidades, movilizar recursos y asegurar que las inversiones produzcan beneficios tangibles y sostenibles en las comunidades.

Para hacerlo, Mano de la mano tiene una metodología que ha perfeccionado a lo largo de los años. Mediante información geoespacial, biofísica y socioeconómica podemos localizar territorios con mayor potencial en agricultura y también en otras actividades como ganadería, acuicultura, pesca o turismo.

Una vez que los países se integran a la iniciativa, nos reunimos con los gobiernos, evaluamos la información recabada y juntos construimos estrategias de inversión a la medida. Cada territorio es único. Con un enfoque territorial, promovemos soluciones adaptadas a los cuellos de botella que impiden materializar su potencial, desde sistemas de riego en zonas áridas hasta mejor acceso a mercados para la agricultura familiar.

-¿Cómo es esa coordinación con los países para generar las propuestas de inversión?

Para responder esta pregunta voy a comenzar enfatizando que este proceso de construcción de los programas de inversión y búsqueda de recursos es liderado por los países y apoyado por la FAO, porque ellos conocen mejor que nadie las potencialidades de sus territorios, y las necesidades y desafíos de sus comunidades para alcanzar un desarrollo sostenible e inclusivo.

Nuestro rol, como FAO, es aportar con experiencia y conocimiento en temas de inteligencia territorial y prioridades basadas en datos, alineación con políticas nacionales y prioridades regionales, articulación público-privada para impulsar la inversión habilitante, proveer capacidad técnica y asistencia para la movilización de recursos.

Además, impulsamos los foros de inversión no solo a nivel mundial, sino que también a escala regional, nacional y local para facilitar la interacción entre gobiernos, donantes y socios estratégicos que nos permitan convertir oportunidades en inversiones concretas: involucramos al sector privado, organismos internacionales de financiamiento, banca multilateral, así como la inversión pública y donantes tradicionales.

-¿Cómo se alinea el trabajo de la iniciativa Mano de la mano con los pilares de la FAO, en particular con la prioridad de Una vida Mejor y con el desarrollo territorial de la región?

De las cuatro mejoras (Mejor Producción, Mejor Nutrición, Mejor Medioambiente y Una Vida Mejor), nuestro equipo trabaja para promover una vida mejor para todos y todas y se articula en torno a tres prioridades estratégicas:

  1. Impulsar el desarrollo económico y combatir las desigualdades de las poblaciones en situaciones de vulnerabilidad.
  2. Fortalecer la resiliencia en los territorios rurales y en los sistemas agroalimentarios, con énfasis en acción anticipatoria y mecanismos de gestión de riesgo de desastres.
  3. Acelerar la inversión y la cooperación a través de mecanismos innovadores que promuevan el desarrollo territorial sostenible.

De esas prioridades estratégicas, la iniciativa Mano de la mano nos ayuda a impulsar la tercera.

-Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son los horizontes estratégicos proyecta la iniciativa Mano de la mano en la región para responder a los desafíos globales?

Por supuesto queremos que esos 1 750 millones sigan aumentando. La iniciativa Mano de la mano está evolucionando. Hoy incorpora con mayor fuerza el uso sostenible de los recursos naturales, el financiamiento climático y acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. Su foco es habilitar bienes públicos que potencien la inversión privada. Queremos tener una estrategia más integral que incluya el uso de tecnologías, gestión forestal, producción de bioenergía, gestión pesquera eficaz, sistemas de información, entre muchos otros.

Estamos convencidos de que este es el camino para avanzar hacia una transformación rural inclusiva y para tener mejores sistemas agroalimentarios que nos aseguren una mejor producción, mejor nutrición, un mejor medioambiente y una vida mejor para todos y todas, sin dejar a nadie atrás.