La FAO reconoce enfoques innovadores y mejores prácticas de sus socios en América Latina y el Caribe para la seguridad alimentaria y desarrollo sostenible
Gobiernos, ONGs, organismos público-privados, cooperativas y asociaciones de productores de la región recibieron reconocimientos en Cooperación Sur-Sur y triangular, ganadería, sistemas alimentarios acuáticos y producción forestal sostenibles, protección vegetal y manejo de suelos y recursos hídricos, entre otros.
©FAO/Giulio Napolitano
La FAO reconoció a organismos de Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Jamaica, México, Paraguay, Perú, y Uruguay por tener las mejores prácticas y enfoques innovadores para promover la seguridad alimentaria, el desarrollo sostenible y la transformación de los sistemas agroalimentarios.
Como parte de las celebraciones del 80 Aniversario de la FAO y del Foro Mundial de la Alimentación, el Director General de la FAO, QU Dongyu, lideró la ceremonia de premiación del primer Reconocimiento Técnico Global, que distinguió el liderazgo técnico, la colaboración, la innovación y las mejores prácticas en la transformación de los sistemas agroalimentarios para que sean más inclusivos resilientes y sostenibles.
Desde Argentina, la Asociación Forestal Argentina recibió reconocimiento de la FAO en el área de producción y protección forestal sostenible, reconociendo su sistema de certificación de competencias laborales para mejorar la seguridad y productividad en el sector forestal, como un sistema técnicamente sólido, impactante y replicable para construir un mundo más resiliente y sostenible.
Entre los reconocidos está el gobierno de Brasil, que fue galardonado en la categoría de Cooperación Sur-Sur y Triangular (CSST), en reconocimiento a su protagonismo en prácticas innovadoras y al liderazgo técnico en la promoción de la seguridad alimentaria, el desarrollo sostenible y la transformación de los sistemas agroalimentarios en beneficio de los países de América Latina y el Caribe. Con la FAO, la agencia de cooperación brasileña ABC inauguró el primer programa de cooperación Sur-Sur trilateral del mundo.
Ecuador recibió dos galardones. En la categoría producción y protección vegetal, la FAO premió al Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias de Ecuador, entidad pública ecuatoriana dedicada a la investigación científica para el desarrollo agropecuario del país que genera y difunde tecnologías.
Además, la Federación de Cooperativas y Asociaciones de Pescadores Artesanales del Ecuador (Fenacopec), organización que representa y agrupa a las cooperativas y asociaciones de pescadores artesanales del país, fue distinguida en la categoría “Sistemas alimentarios acuáticos sostenibles”. Su labor incluye la defensa de derechos, la organización de eventos como congresos y la participación en debates sobre políticas y leyes que afectan al sector, buscando el desarrollo y fortalecimiento de la pesca artesanal en el país.
La Alianza de Pequeños Agricultores fue galardonada por su trabajo en Haití donde más de 7 000 pequeños agricultores cultivan y cuidan árboles gestionando 33 viveros comunitarios en todo el país. Con ellos, obtienen la “moneda árbol” que intercambian por otros servicios agrícolas. A finales de diciembre, estos agricultores habrán trasplantado cerca de 800 000 árboles de esos viveros a lo largo de 2025, incluyendo una amplia gama de variedades de frutas y frutos secos.
En Honduras, el reconocimiento fue para Heifer, organización no gubernamental que lucha contra el hambre y la pobreza mediante el apoyo a pequeños agricultores con capacitación, ganado y técnicas agrícolas sostenibles, por liderar la transición hacia sistemas ganaderos climáticamente inteligentes en el departamento de Olancho, una región históricamente dependiente de la ganadería extensiva.
En la categoría de producción y protección sustentable de plantas fue reconocido el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) con sede en México, el reconocimiento fue recibido por su Director General, Bram Govaerts.
Iniciativas de Paraguay fueron premiadas por sus buenas prácticas en dos áreas. La primera fue Gestión de los recursos de tierra, suelo y agua para una agricultura resiliente y la seguridad alimentaria, con las experiencias de la cooperativa Chortitzer en el marco de la Neutralidad de la Degradación de la Tierra (NDT) y acciones para revertir la degradación, coordinada por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) y la articulación entre los sectores clave y alianzas y contribuciones público-privadas.
El segundo ámbito en que Paraguay fue reconocido fue en Producción y protección forestal sostenible, con la experiencia del Instituto Forestal Nacional (INFONA) en la Gestión Forestal Sostenible en el marco de la reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques (REDD+), del Sistema Nacional de Monitoreo Forestal y de la Innovación participativa. Este modelo ha potenciado el manejo sostenible de bosques como medios de vida y claves para los sistemas agroalimentarios a través de la coordinación interinstitucional.
En Perú, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) recibió el premio a la innovación por adaptar una metodología en la gestión del estrés hídrico, aplicándola a nivel de subcuencas. ANA implementó un proyecto piloto que contempló un análisis focalizado en las cuencas de Huallaga en San Martín y de Pisco en Ica como lo recomienda la FAO, y no un indicador único para todo el país, que es lo que se usa habitualmente. Ello les permitió diseñar mejores estrategias para mitigar el estrés hídrico y replicar a otros países.
También en sector ganadero, el Instituto Nacional de Carnes (INAC) de Uruguay, organismo público no estatal, para la proposición, asesoramiento y ejecución de la política nacional de carnes de ese país, fue distinguido por su liderazgo, colaboración e innovación en la esfera técnica de “Transformación sostenible de la ganadería, Una sola salud, sanidad animal y centros de referencia”.
Satisfacer las necesidades de una población mundial en crecimiento exige la colaboración entre fronteras, sectores y generaciones, con inversiones cada vez más específicas, nuevas ideas y una cooperación más profunda con todas las partes interesadas: desde los gobiernos y las organizaciones internacionales hasta los agricultores, los investigadores, las empresas y los consumidores, incluidos los jóvenes. Por eso, Al cumplir 80 años, la FAO sigue trabajando junto con sus miembros y socios para encontrar soluciones prácticas, viables y sostenibles que respondan a los retos actuales y contribuyan a lograr un mundo con seguridad alimentaria para todos, hoy y mañana.
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