Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe

Acercando el derecho a la alimentación a las comunidades de América Latina y el Caribe


Con el apoyo de la FAO, un profesor de Nicaragua, una extensionista de Jamaica y una productora de Cuba trabajan por sus comunidades para garantizar el acceso a dietas saludables, generando impactos positivos para una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.

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FAO

23/10/2024

A pesar de que la alimentación es un derecho humano básico, como el aire y el agua, más de 2.400 millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable en el mundo. Esto significa que un tercio de la población mundial no está obteniendo los nutrientes esenciales que necesita para su desarrollo integral. Por ello, el Día Mundial de la Alimentación, que se conmemoró el 16 de octubre, se centró en el lema "El derecho a los alimentos para una vida y un futuro mejores", como un llamado a la acción a todas y todos a ayudar a garantizar el acceso a dietas saludables, nutritivas y asequibles.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) trabaja con múltiples actores de la región: desde productores a gobiernos, incluyendo la academia, la sociedad civil, pueblos indígenas y jóvenes, para crear resiliencia en los sistemas agroalimentarios, fomentar una mayor diversidad de cultivos, mejorar la sostenibilidad ambiental, y asegurar que las personas puedan acceder a alimentos nutritivos.

De este trabajo de apoyo, surgen, dentro de las mismas comunidades, mujeres, hombres, niños y niñas que están ayudando a hacer realidad el derecho a la alimentación para todos, nutriendo comunidades en América Latina y el Caribe y logrando un cambio positivo, incluso en circunstancias difíciles.

Estas personas resilientes, apasionadas y comprometidas son las verdaderas protagonistas del Día Mundial de la Alimentación, sus historias nos inspiran a tomar acciones que generen impactos para alcanzar una vida mejor, sin dejar a nadie atrás. 

Cultivando conexiones para transformar las comunidades rurales en Jamaica

El camino de Nickay Henry hacia la agricultura está profundamente arraigado en su historia familiar. “Mis abuelos eran agricultores, y la agricultura ha sido siempre su medio de vida”, cuenta. Su amor por la agricultura la llevó a ampliar estudios, preparando el terreno para su futuro papel en el desarrollo rural.

Desde 2016, Nickay es agente de extensión de la Autoridad de Desarrollo Agrícola Rural Kitson Town. Uno de los principales obstáculos a los que se enfrenta es la organización de sesiones de formación para los agricultores. “A veces es difícil sacarlos a la calle por su nivel educativo, tienden a huir de las grandes multitudes”, señala. Para superarlo, Nickay adapta sus sesiones de formación a grupos pequeños o incluso a interacciones individuales, asegurándose de que cada agricultor recibe el apoyo que necesita.

Nickay, es una figura fundamental en el “Proyecto de mejora de los medios de subsistencia rurales mediante sistemas agroalimentarios resistentes”. Esta iniciativa, que forma parte de la Cooperación Sur-Sur de Naciones Unidas, está financiada por el Gobierno de India y ejecutada por la FAO y el Gobierno de Jamaica. El proyecto proporciona capacitación y soluciones climáticamente inteligentes para impulsar la agricultura sostenible.

“Intento animar a estos agricultores a que abandonen las prácticas tradicionales. Este proyecto les ayudará en el desarrollo de capacidades y a mejorar la productividad”, afirma. Uno de los aspectos más destacados del proyecto es la introducción de estructuras de protección y sistemas de riego, un cambio significativo respecto a los métodos de secano utilizados tradicionalmente en Kitson Town, una zona vulnerable al clima.

Nickay es optimista sobre los beneficios a largo plazo del proyecto: “La formación ayudará a los agricultores a ayudar a otros, incluso a los que no forman parte del proyecto. Es algo bueno, sobre todo para los que tuvieron que dejar la escuela antes de tiempo”, afirma. Estos agricultores y miembros de la comunidad estarán en mejores condiciones de proporcionar alimentos adecuados para alimentar a la comunidad y a la nación”, subraya. Para Nickay Henry, el proyecto es algo más que una tarea: es una misión para mejorar su comunidad. Su trabajo en Kitson Town es un testimonio del poder de las personas dedicadas a impulsar el desarrollo rural y transformar vidas.

Sembrando en las aulas de Nicaragua las semillas de cambio

Tomás Peralta es un docente con más de 20 años de experiencia. Desde el 2015 es profesor del centro escolar Lila Incer, ubicado en el municipio de Teustepe, en el Corredor Seco de Nicaragua.

Su rutina es multifacética, al pasar de las aulas de clases al contacto con el medio ambiente, a través de la atención de los sistemas agroalimentarios en la unidad de producción agroecológica establecida desde el año 2021 con asistencia técnica de la FAO.

“Estar en una escuela con la misión de transmitir conocimientos a uno le cambia la vida. Mi misión es enseñar no solo los saberes desde las aulas de clases, si no hacer un aprendizaje más demostrativo”, dice.

El docente explica que trabajan con tecnologías amigables con el medio ambiente, en agricultura sostenible y agroecológica. “Tenemos el zoo criadero para incentivar en los estudiantes el amor y el cuido a la naturaleza”.

Una de las experiencias exitosas que han tenido es el involucramiento de toda la comunidad educativa, incluyendo padres de familia, maestros, alumnos egresados y productores de comunidades aledañas que voluntariamente trabajan en el mantenimiento de aves exóticas y sistema acuícola de tilapias, establecimiento de los sistemas productivos abiertos y en macrotúnel. “Hemos tenido alumnos egresados de la escuela que hoy en día tienen carreras como zootecnistas y veterinarios que vienen hacer sus prácticas acá, otros que son agricultores y productores locales que nos capacitan”, señala.

‘’Todos tenemos la necesidad de los alimentos, pero también todos debemos tener el compromiso de saberlos producir”. Es por esto que le gustaría que su establecimiento fuera como una escuela modelo, a partir de la cual otros maestros, padres de familia y el mismo Ministerio de Educación, pudieran promover esta iniciativa en diferentes centros escolares.

Tomás Peralta no solo está contribuyendo a la educación de sus alumnos, también está sembrando las semillas de cambio en su comunidad para construir un futuro más sostenible y equitativo, dónde todas y todos puedan ‘’lograr el acceso a los alimentos para una vida mejor’’.

De vientos huracanados a producciones agrícolas revitalizadas en Cuba

Misleydis Márquez Barroso, una mujer cubana de 41 años dedicada a trabajar la tierra en la provincia de Pinar del Río, se enfrentó en 2022 a la devastación provocada por el huracán Ian, que ocasionó serias pérdidas en el sector agrícola y pesquero de Cuba, así como en las infraestructuras de alimentos en una isla afectada por el cambio climático.

Aunque habituada a los embates de huracanes en su región, esta vez la furia de Ian destruyó sus cultivos de hortalizas, vegetales, condimentos frescos y frutas, afectando también la oferta de alimentos saludables para la comunidad local.

El proyecto de la FAO de emergencia para dar respuesta a las afectaciones del huracán Ian que afectó la zona occidental de Cuba el 27 septiembre de 2022, financiado por el Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF por sus siglas en inglés), apoyó a las Provincias de Pinar del Río y Artemisa, a través de la entrega de miles de 6 200 kilos de semillas de lechuga, acelga española, acelga china, cebollino, rábano, remolacha y zanahoria a 51 mil productores, principalmente mujeres.

Una de ellas fue Misleydis. Además, ella y su comunidad fueron beneficiadas también con capacitación, lo que le permitió revitalizar sus producciones en poco tiempo. “En pocos meses volvimos a renacer y esta contribución nos ha fortalecido, nos ha permitido diversificar nuestros cultivos y garantizar el abastecimiento de alimentos frescos y de calidad para nuestras familias y para la localidad”.

Hoy Misleydis se enorgullece al ver cómo su rendimiento productivo se ha multiplicado, logrando abastecer con una variedad de alimentos frescos y de calidad a centros de asistencia, hogares maternos y de ancianos, así como a puntos de venta locales.  Como resultado de esta intervención, unas 537 mil personas han sido beneficiadas con una mayor disponibilidad de alimentos nutritivos.

Enlaces

Día Mundial de la Alimentación 2024

Héroes de la alimentación 2024