Menos antibióticos para un mayor bienestar animal y mejor alimentación para las personas
Cuando el uso de medicamentos se hace de forma indiscriminada, existe el riesgo de que virus, bacterias u hongos se vuelvan difíciles o imposibles de tratar. La Resistencia a los Antimicrobianos (RAM) es un problema en la actualidad y que requiere de una acción inmediata para asegurar tratamientos seguros y eficaces.
Como resultado de la Resistencia a los Antimicrobianos, los antibióticos y otros agentes pierden su eficacia y las infecciones se vuelven difíciles o imposibles de tratar.
FAO/Max Valencia
17/11/2025
Corrían los años 80' y Jorge Mario López, su esposa y su suegro optaron por un proyecto de vida de largo plazo. Llegaron al corazón del Petén, al norte de Guatemala. Él, con 25 años de edad, iniciaba un proyecto de esfuerzo, conocimiento y compromiso con la producción sostenible. Hoy, ya con 65 años y una vida dedicada a la ganadería, Jorge recuerda los inicios de su finca como un sueño compartido, una empresa que poco a poco fue creciendo, sumando aprendizajes y, sobre todo, raíces.
Cuarenta años más tarde, su suegro ya no está; pero Jorge y su esposa han logrado construir una empresa familiar. Sus tres hijos son parte de ella. Con orgullo cuenta que “uno de mis hijos es zootecnista, el otro ingeniero agrónomo, y mi hija se encarga de la administración. Todos aportamos algo, y eso nos ha permitido mejorar la finca cada año”.
En sus 582 hectáreas, repartidas entre bosques y praderas, el trabajo se distribuye entre el hato de chivos en pastoreo y las vacas para engorde. Pero más allá de las cifras, lo que distingue a la familia López Eguizábal es su forma de producir: una ganadería que busca el equilibrio en sus resultados: rentabilidad productiva y económica, a la par del bienestar animal y la preservación de la naturaleza.
“Antes pensaba que los árboles en los potreros eran un estorbo”, reconoce Jorge. “Ahora entiendo que son necesarios: dan sombra, alivian el calor, ayudan a que el ganado esté menos estresado y capturan gases de efecto invernadero. Hoy apostamos por un sistema silvopastoril; queremos una finca más verde y sostenible”.
“Sabemos que usar muchos antibióticos podría hacer que los animales se volvieran resistentes. Por eso, decidimos usar lo mínimo necesario” comentan Jorge y su hijo zootecnista.
Cuatro décadas de trabajo en ganadería, por cierto, dejan aprendizajes y experiencias. Y el cuidado que les brinda en la finca Santa Mónica es fruto de esa larga relación con ellos, más allá de un título obtenido en aula. Y es consciente con el uso de antimicrobianos, que incluyen a antibióticos, antivirales y antifúngicos, entre otros: “sabemos que usar muchos antibióticos podría hacer que los animales se volvieran resistentes. Por eso, decidimos usar lo mínimo necesario”.
Hoy aplican tratamientos sólo cuando un animal muestra signos claros de enfermedad, tomando decisiones junto con el profesional asesor, y cumpliendo estrictamente con los periodos de retiro antes de la venta. “No es que el comprador lo exija, para nosotros es algo ético, porque creemos que el animal no debe llevar trazas de medicamentos y el consumidor merece un producto limpio, inocuo” destaca Jorge.
Jorge Ricardo, su hijo zootecnista y responsable de la sanidad de la finca, complementa esa visión con rigor técnico y sentido práctico. “El manejo que hacemos es principalmente preventivo”, explica. “Evitar el estrés en los animales es clave, porque cada vez que los ingresamos al corral pierden peso y se lastiman. Si inyectamos demasiado, además de dañarlos, fomentamos resistencia. Lo vemos incluso con las moscas o los parásitos, que se vuelven más resistentes con el tiempo”.
En la finca, la prevención a partir de buenas prácticas se ha convertido en la mejor herramienta. A los animales recién llegados se les da descanso, hidratación y solo el tratamiento necesario. “Cada 21 días reforzamos con vitaminas, pero tratamos de no usar antibióticos, salvo que sea realmente indispensable”, explica el zootecnista.
“El uso indebido de los antiparasitarios y los antibióticos es perjudicial. Se ve que va creando resistencia, incluso en el animal. Si uno usa demasiado, estar poniendo y cambiando de antibiótico, el animal se resiente y al final, pues, no se logra salvar, sino que sólo se logra que el microorganismo o la enfermedad vaya mutando y agarrando resistencia a ciertos tipos de medicamentos”, agregó Jorge Ricardo.
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) se produce cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos dejan de responder a los agentes antimicrobianos. Como resultado de la resistencia, los antibióticos y otros agentes antimicrobianos pierden su eficacia y las infecciones se vuelven difíciles o imposibles de tratar. El uso indebido y excesivo de los antimicrobianos, en combinación con prácticas ganaderas y sanitarias deficientes, que no cuiden la alimentación y el bienestar animal, el uso preventivo de vacunas y la bioseguridad, favorecen el desarrollo y la propagación de la resistencia.
La familia López Eguizábal busca el equilibrio en sus resultados: rentabilidad productiva y económica, a la par del bienestar animal y la preservación de la naturaleza.
Como cada año, del 18 al 24 de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) llaman a tomar conciencia sobre la amenaza que representa la resistencia antimicrobiana, bajo el slogan: “Actuemos ya: protejamos nuestro presente, aseguremos nuestro futuro”.
Las cuatro organizaciones impulsan a actuar de inmediato y coordinadamente, antes que esta amenaza global empeore, afectando la salud humana y animal, e impactando en la seguridad alimentaria y desarrollo sostenible de los países.
Aunque no siempre usen los términos científicos, tanto Jorge como su familia comprenden el concepto detrás de Una sola Salud: el vínculo entre la salud animal, humana y ambiental. “Los animales son parte de nuestro ecosistema. Si los cuidamos bien, preservamos el medioambiente y cuidamos también la salud de las personas que consumen nuestros productos” dijo el productor.
Jorge Ricardo, el zootecnista, hace un fuerte llamado a todos los productores de Petén: “siempre ponerle el debido cuidado a no abusar con el uso de antibióticos, y para ello deben asesorarse bien, ¿verdad? Consulte con un veterinario o zootecnista, porque a veces uno va a un agroservicio o a una venta de productos y recomiendan algo, pero sin saber necesariamente lo que se necesita y lo que realmente le está poniendo a su animal”.
La historia de la finca López Eguizábal es la de una familia que aprendió a producir con conciencia, sin perder la esencia del trabajo rural. Entre el calor del Petén, la sombra de los árboles y la sabiduría de una vida dedicada a los animales, Jorge Mario López y sus hijos demuestran que la ganadería, como su medio de vida familiar, puede ser sostenible, resiliente, social y ambientalmente responsable cuando se trabaja con amor, conocimiento y respeto por la vida.
La resistencia a los antimicrobianos impacta en las personas, los animales, los alimentos y el ambiente. El uso inadecuado de estos medicamentos en distintos sectores acelera su aparición y propagación.
Para visibilizar el impacto real de esta amenaza sanitaria, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) lanzan una serie de historias de la Región de las Américas que muestran cómo la RAM afecta la vida cotidiana en distintos sectores y comunidades.
Esta es la historia Nº 3 de la serie, conoce más en las otras historias.
Historia 1: Del otro lado: la historia de un médico que superó la resistencia a los antimicrobianos
Historia 2: Resistencia antimicrobiana: un desafío cotidiano en la clínica veterinaria - Américas