Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe

Lauriel Williams


“Me encanta cultivar guanábana porque es resiliente”

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16/10/2024
Grenada

Cuando Lauriel Williams se mudó al extremo norte de Granada en 1986, su objetivo era hacer de la zona algo más que un hogar familiar. Casi cuatro décadas después, Lauriel ha construido una próspera granja de frutas y hortalizas en la isla caribeña, donde produce más de 20 cultivos diferentes.

De lo que está más orgullosa es de su guanábana, una fruta tropical también conocida como cachimán espinoso.

“Amo la naturaleza y me encanta cultivar guanábana, porque es resiliente”, dice Lauriel.

Con el tiempo su granja, Williams Heritage Farm, se ha convertido en uno de los principales productores de esta fruta deliciosa de Granada, incluso para la exportación.

“Tenemos una ventaja en Granada para exportar guanábana”, dice Lauriel.

Esta ventaja radica en el hecho de que Granada sea el único país caribeño autorizado para exportar guanábana fresca a los Estados Unidos de América. Ese es un incentivo adicional para que Lauriel siga mejorando su forma de cultivar y aumente la calidad y cantidad de sus productos.

El riego sigue siendo su mayor desafío. “En la granja utilizamos el riego manual, incluida la humidificación a mano, lo que nos lleva horas. A veces utilizamos aspersores, pero eso es costoso”, explica.

“En la estación seca, debemos utilizar una cubierta vegetal sobre la guanábana para salvarla. Es mucho trabajo, pero me siento entusiasmada cuando veo los frutos hermosos que cosecho, ¡y que tengo un plan en marcha!”

Lauriel está desarrollando actualmente un sistema de riego y de recolección de agua de lluvia con el apoyo de la FAO. Esto reducirá su uso del agua y aminorará significativamente el tiempo y el esfuerzo que dedica al riego manual. Otras habilidades que aprendió para aumentar su producción son la polinización manual, un mejor drenaje y la poda. Como resultado, ahora puede polinizar manualmente entre 500 y 800 flores de guanábana semanalmente para aumentar sus rendimientos.

De cada cosecha, Lauriel entrega una variedad de productos a las personas necesitadas de su comunidad, para garantizar que obtengan alimentos nutritivos.

“No todo tiene un precio”, dice sobre la retribución a la comunidad.

Asimismo proporciona empleo a los jóvenes de su comunidad y comparte activamente sus conocimientos, habilidades y buenas prácticas agrícolas.

Un principio que aprendió de su padre, un granjero, fue el de dejar siempre un lugar con más de lo había allí al principio, lo que la ha ayudado a hacer grandes avances en su granja.

“Estoy muy agradecida”, dice sobre haber cumplido los deseos de su padre.

Hoy, sus hijos, Jonathan y Lauriel hija, también participan en la gestión de la granja. “Mi arduo trabajo es un legado para ellos”, dice.

Esta historia fue escrita antes de que el huracán Beryl tocara tierra en Granada en julio de 2024 y afectara a muchos agricultores de guanábana. La FAO está ayudando actualmente a evaluar las necesidades en caso de catástrofe y está movilizando recursos para apoyar la respuesta de emergencia. Recientemente se ha contratado a un Coordinador de Emergencias de la FAO para ayudar en las actividades de respuesta y recuperación temprana.