Una Sola Salud: respuesta integral ante amenazas sanitarias que afectan la producción animal
Por Andrés González Serrano , Oficial de Ganadería sostenible, sanidad y biodiversidad animal de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
07/06/2024
Misión de Naciones Unidas en República Dominicana por la Peste Porcina Africana.
©FAO/J de Jesús
Cada vez más, productoras y productores ganaderos en América Latina y el Caribe están enfrentando situaciones de emergencias sanitarias de alto riesgo. La frecuencia e intensidad de los brotes de enfermedades en animales y personas se ha visto incrementada por una confluencia de factores, entre ellos el mayor movimiento de las personas dentro y entre países, su contacto con entornos rurales, fauna y flora silvestres, el cambio climático y las catástrofes naturales.
Esto aumenta la presión a los sistemas de alertas sanitarias, tanto de Guatemala, como de los países de la región, para poder hacer frente a los desafíos que esta nueva realidad nos plantea. Pero algo está cambiando en el enfoque de su abordaje.
Por ello, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es parte de un cambio en el abordaje de las emergencias a través del enfoque de Una Sola Salud, pues es clave reconocer y comprender la estrecha interrelación desde los sistemas productivos entre los humanos, los animales y el medio ambiente, y cómo estas dimensiones interactúan entre sí con múltiples y complejos retos.
Una Sola Salud es un marco que promueve una mirada de las problemáticas sanitarias de manera sistémica, interdisciplinaria e intersectorial, propiciando una respuesta conjunta e integrada entre las diferentes agencias y actores competentes a cargo de cada dimensión.
Así pues, una Sola Salud se enmarca en la perspectiva de sostenibilidad, de responsabilidad intergeneracional y de solidaridad intersectorial para mitigar los efectos de las enfermedades actuales y minimizar el riesgo de aquellas potenciales para el individuo y las sociedades en su conjunto.
Ejemplos de esto es la gestión sanitaria de enfermedades zoonóticas, aquellas de los animales que pueden pasar a los humanos, como las emergencias actuales de influenza aviar y el gusano barrenador del ganado actuales en Guatemala.
Para hacer frente a la influenza aviar, desde 2022 la FAO junto a las autoridades de los países, servicios veterinarios y otros organismos a nivel regional vienen realizando un trabajo acucioso para hacer frente a la diseminación del virus a mamíferos marinos y terrestres, humanos y mascotas, desafiando en su seguimiento y control no solo a nivel animal con las agencias de agricultura y fauna, sino a todos los sistemas de salud pública y medio ambiente en los países.
Por su parte, el gusano barrenador afecta a los mamíferos de sangre caliente, implicando todas las especies animales domésticas y silvestres, incluyendo a los humanos. Centroamérica como zona libre por décadas, hoy se encuentra nuevamente afectada por brotes que requieren un control integrado desde la visión de Una Sola Salud, para contener la reinfestación hacia el norte del continente.
Tanto la FAO como el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS), entre otros, trabajan con este enfoque programático, activando acciones de respuesta con los países afectados por una emergencia real o potencial.
Por último, es importante remarcar que, si bien esta coordinación es relevante, el factor clave para minimizar el riesgo e impacto de emergencias como las previamente mencionadas es que cada persona, como agente sanitario, asuma su responsabilidad y compromiso individual y colectivo sobre la salud pública y animal para que Una Sola Salud tenga finalmente el efecto esperado.